El TDAH se enmarca dentro de la diversidad de alumnado que existe en cualquier centro educativo, por lo que las medidas para su atención quedarán recogidas y concretadas en su Plan de Atención a la Diversidad.
No obstante dentro del aula también es necesario introducir adaptaciones ambientales y metodológicas que puedan beneficiar tanto al alumno con TDAH como al resto del grupo clase. A continuación voy a presentar una serie de factores que pueden contribuir de forma positiva para que estos alumnos tengan éxito en el aula y que también van a servir de referente al profesorado a la hora de establecer su actuación educativa:
Uso de la agenda: El profesorado fomentará el uso de la agenda ya que puede cumplir tanto el objetivo de ayudar al alumno a llevar al día sus tareas como el de servir de canal de comunicación entre la familia y escuela.
Mantener un ambiente estructurado, con rutinas estables, motivador, y predecible: Con el objetivo de que el alumno sepa lo que tiene que hacer en cada momento y se sienta seguro en el aula. Es bueno utilizar material visual para recordar al alumno en qué momento del trabajo de clase nos encontramos.
Exámenes y pruebas escritas: Se deben alternar la forma de presentación de las cuestiones a responder por el alumno, de forma oral, escrita o valiéndose de las nuevas tecnologías de la información y comunicación(TIC).
Estrategias para mejorar la conducta: El objetivo es aumentar los comportamientos apropiados y disminuir los comportamientos inadecuados(utilizar el refuerzo positivo de comportamientos adecuados o aproximaciones).
Mejora de la motivación y autoestima: Fomentar una relación positiva entre el alumno y el profesor, basada en el conocimiento y la comprensión del problema. Procurar que el alumno con TDAH tenga experiencias de éxito en relación al aprendizaje escolar, reforzando cualquier pequeño logro o avance.
Estrategias para mejorar la reflexividad: Técnicas que conllevan ayudar al niño a adquirir estrategias de tipo analítico durante el proceso de aprendizaje: entrenar el mantenimiento de la atención, fragmentar en pequeños pasos y apoyarse en explicaciones verbales detalladas, seleccionar la información relevante, ayudar a decidir cuándo se ha llegado a la solución de un problema etc.
Ubicación del alumnado en el aula: Sentarle en un lugar en el que podamos tener vigilancia continua, cerca del profesor y lejos de distracciones. Elegir para él compañeros que le puedan ayudar a realizar tareas, tomar anotaciones y que no le distraigan.
Tareas y deberes: Es conveniente reducir y fragmentar las actividades. Utilizar un formato simple y claro. Supervisar los ejercicios a medida que los acaba y asegurarse de que conoce las tareas que tiene que realizar.
No obstante dentro del aula también es necesario introducir adaptaciones ambientales y metodológicas que puedan beneficiar tanto al alumno con TDAH como al resto del grupo clase. A continuación voy a presentar una serie de factores que pueden contribuir de forma positiva para que estos alumnos tengan éxito en el aula y que también van a servir de referente al profesorado a la hora de establecer su actuación educativa:
Uso de la agenda: El profesorado fomentará el uso de la agenda ya que puede cumplir tanto el objetivo de ayudar al alumno a llevar al día sus tareas como el de servir de canal de comunicación entre la familia y escuela.
Mantener un ambiente estructurado, con rutinas estables, motivador, y predecible: Con el objetivo de que el alumno sepa lo que tiene que hacer en cada momento y se sienta seguro en el aula. Es bueno utilizar material visual para recordar al alumno en qué momento del trabajo de clase nos encontramos.
Exámenes y pruebas escritas: Se deben alternar la forma de presentación de las cuestiones a responder por el alumno, de forma oral, escrita o valiéndose de las nuevas tecnologías de la información y comunicación(TIC).
Estrategias para mejorar la conducta: El objetivo es aumentar los comportamientos apropiados y disminuir los comportamientos inadecuados(utilizar el refuerzo positivo de comportamientos adecuados o aproximaciones).
Mejora de la motivación y autoestima: Fomentar una relación positiva entre el alumno y el profesor, basada en el conocimiento y la comprensión del problema. Procurar que el alumno con TDAH tenga experiencias de éxito en relación al aprendizaje escolar, reforzando cualquier pequeño logro o avance.
Estrategias para mejorar la reflexividad: Técnicas que conllevan ayudar al niño a adquirir estrategias de tipo analítico durante el proceso de aprendizaje: entrenar el mantenimiento de la atención, fragmentar en pequeños pasos y apoyarse en explicaciones verbales detalladas, seleccionar la información relevante, ayudar a decidir cuándo se ha llegado a la solución de un problema etc.
Ubicación del alumnado en el aula: Sentarle en un lugar en el que podamos tener vigilancia continua, cerca del profesor y lejos de distracciones. Elegir para él compañeros que le puedan ayudar a realizar tareas, tomar anotaciones y que no le distraigan.
Tareas y deberes: Es conveniente reducir y fragmentar las actividades. Utilizar un formato simple y claro. Supervisar los ejercicios a medida que los acaba y asegurarse de que conoce las tareas que tiene que realizar.
Las estrategias expositivas: El docente se asegurará de que el alumno entiende lo expuesto y de que ha copiado lo que el profesor ha señalado. Así mismo se recordarán las tareas pendientes a entregar según se vaya aproximando la fecha .Es conveniente dejarlo por escrito en un lugar de la clase visible para el alumno.
Ratio del aula: La ratio en el aula donde se escolaricen alumnos con TDAH, no debe ser muy elevada para poder atender correctamente a este alumnado.
Ratio del aula: La ratio en el aula donde se escolaricen alumnos con TDAH, no debe ser muy elevada para poder atender correctamente a este alumnado.
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