Y CON LA FAMILIA ¿QUÉ HAGO?
En Castilla y León la Consejería de Educación y la Consejería de Sanidad con el fin de
facilitar la coherencia de las actuaciones establecidas y garantizar la
correcta atención y seguimiento de los menores que presentan este
trastorno, han determinado elaborar de forma consensuada un Protocolo de coordinación para la Atención a los Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Dicho Protocolo está encaminado a conseguir una coordinación efectiva y
global en el abordaje de esta patología, facilitando cauces de
comunicación y actuación entre profesionales de los Servicios Sanitarios
y Educativos, y el menor afectado y su familia con el objeto de
garantizar el éxito de las intervenciones y la continuidad asistencial a
lo largo de todo el proceso.
En dicho protocolo se recogen algunas pautas de intervención con familias (aquí os dejo una pequeña muestra de como trabajar con los padres).
Recomendaciones para la familia:
-Ser coherentes. Hay que actuar siempre de la misma forma para no confundir al menor manteniendo ambos padres la misma línea de actuación.
-Conviene establecer hábitos regulares(horarios estables de comida, sueño, juego).
- Deben establecerse unas normas en el hogar, que sean pocas, claras y bien definidas; el menor tiene que saber qué es exactamente lo que se espera de él.
-Utilizar preferentemente refuerzos positivos, reforzando de forma inmediata toda conducta positiva. Felicitar al niño cuando haya hecho algo bien.
- Tener en cuenta los efectos del aprendizaje social. Los menores observan lo que ocurre a su alrededor y después reproducen los comportamientos aprendidos.
Modificar lo antes posible cualquier conducta negativa. Se explicará con claridad lo que ha hecho mal y que otras cosas buenas podía haber hecho.
- Las instrucciones y respuestas verbales deben ser concretas, sencillas y expresadas como afirmación (“recoge el juguete de tu cuarto”) más que como petición o favor(“¿Quieres recoger el juguete de tu cuarto?”). No son eficaces los reproches y discusiones permanentes.
- Es importante estimular la autonomía del menor mediante el desempeño de actividades propias para su edad(lavarse, vestirse, recoger su cuarto...)
- Planificar de antemano las situaciones conflictivas y las consecuencias tanto de las conductas no deseadas como las de las conductas aprobadas.
- Ser persistentes e intentar transmitir ánimo, para no decaer ante los pequeños fracasos. Para evitar experiencias de fracaso que puedan mermar la autoestima es recomendable comenzar el aprendizaje con tareas simples y fáciles, que puede resolver correctamente y garantizar de este modo las experiencias de éxito.
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